martes, 1 de septiembre de 2020

LINDA ÉPOCA


 

LINDA ÉPOCA

Época actual en la que todos opinan, varios discuten, pocos piensan.  Muchos leen, algunos conocen, pocos  saben.  Comprar un libro bestseller para poder opinar en los foros intelectuales de Facebook o luego poder decir que es mejor el libro que la película y pasarse de cool en la reunión social de turno.

Época en la que se disfruta más del cariño virtual lleno de emoticones que del beso sincero de amigo y un abrazo rompe costillas. Más común unirse al saludo del grupo whatsapp diciendo FELIZ CUMPLEAÑOS, BENDICIONES!  que hacer una llamada, a pesar de tener plan con minutos ilimitados.

Época en la que la apariencia física tiene más trascendencia que  nunca antes porque es más notorio  si tienes un vello de más en las cejas, si las pestañas no se ven pobladas o si no has usado el iluminador que te quite lo opaco del cutis.

En la que no basta un shampoo y un acondicionador para mantener tu cabello cool sino que DEBES aprovechar la crema para peinar, el antifrizz para puntas y el brillo “natural” para el medio; un poco de mousse para dar volumen que la keratina te quitó y al final un piti de spray para que el look conseguido tras 50 minutos con el secador, la plancha y el rizador se quede por lo menos las próximas 4 horas o hasta que te hayas tomado las fotos suficientes para Facebook, Instagram, twitter, snapchat y Tumblr y sólo si  el outfit está muy IN, aprovechar de cambiar el perfil de Linkedin y poner una nueva APTITUD  para que la validen mis conocidos (los de verdad y los que he aceptado porque me invitaron).

Época de perseguir el IGUALISMO pero a través de un FEMINISMO empedernido en el que el 99% de mujeres no se siente identificado y que repulso con toda mi esencia femenina si para ser considerada más mujer debo andar en short/minifalda todos los días, mostrar mi pecho día por medio y ponerme un tatoo que me haga más sexy. Nada en contra de quienes tengan estos gustos y el cuerpo que les luzca, pero SÍ si en contra de que sea el mínimo común entre quienes defiendan la “libertad de la mujer” como el derecho a renunciar a la auténtica y elegante femineidad, intentando equipararse en lisuras, trago y sexualidad desbordante a los machos cavernícolas a los que dicen repudiar.

Época linda en la que estar, no resignados sino alertas. No dormidos  sino vigilantes. No apocados sino humildes. Sí,  humildes.  Para ubicarnos en tiempo y espacio y para saber que aunque no merezcamos conocer la Verdad (mayúscula a propósito), la conocemos y la defendemos; no con bombas ni frases hirientes; no con hashtags sino con  una lucha sana consigo mismo por mantener la coherencia de valores sin claudicar ante la época. Linda época; la quiero porque en ella estoy. Pero las épocas cambian, los valores NO.

 

MJCA